Oración del Hospitalario

Dame, Señor, lo que queda.
Dame, Señor, lo que nunca se te pide.
Yo no te pido el descanso ni la tranquilidad,
no te pido ni riquezas ni el éxito, ni siquiera salud…
Todo eso, Señor, se te pide tanto…
Yo quiero servir a Nuestra Señora de Lourdes.
Yo quiero servir a los enfermos y a los peregrinos
con paciencia, caridad y sonrisa.
Dame eso, Señor, en definitiva.
Que yo esté seguro de servirte durante mucho tiempo.
Pues yo no me atrevería quizá a pedírtelo todos los días.
Dame, Señor, lo que te queda.
Dame, Señor, lo que otros no te piden.
Pero sobre todo, dame coraje y… robustece mi fe.